jueves, 13 de abril de 2017

Formación básica del traductor e intérprete profesional:



Existe una serie de enseñanzas mínimas que deben ser incluidas en la formación básica del traductor e intérprete profesional. Esta formación básica se basa en los conocimientos exigidos en el proceso de traducción e interpretación, que son:6

  • Perfecto dominio de la lengua materna en todos sus registros.
  • Conocimiento avanzado de las lenguas objeto de traducción, en especial normativa gramatical, redacción, comprensión oral, léxico y fraseología.
  • Conocimiento de la cultura de las lenguas de trabajo, lo que permitirá hacer frente a la resolución de las llamadas referencias culturales, para lograr sugestionar al lector sin perder la esencia que el autor quiere transmitir.
  • Identificación del tipo de texto al que se enfrenta, debido a que, según dicha categorización, se logrará una comprensión más exacta de su lectura y por consiguiente de su traducción.
  • Acceso a fuentes de información de calidad, dentro de las cuales se incluyen diccionarios (bilingües y monolingües), enciclopedias, gramáticas, normas de redacción, revistas, periódicos y cualquier otro material de referencia.
  • Conocimientos terminológicos, que permiten al traductor tratar con los vocablos propios de la ciencia o materia para la que traducen, así como la elaboración de glosarios.
  • Conocimientos de las TAO, justificado por un mercado laboral donde la informática tiene cada vez mayor importancia en el ejercicio de la traducción.
  • Fundamentos teóricos básicos que permitan comprender la traducción e interpretación como ciencia.
  • Conocimiento de deontología profesional, con el objetivo de que el estudiante sea consciente de la ética y los valores de la profesión. 
    Partiendo de estos conocimientos mínimos, los módulos que suelen componer la formación universitaria en Traducción e Interpretación son:
  • Lengua A y su cultura.
  • Lengua B y su cultura.
  • Lengua C y su cultura.
  • Herramientas para la Traducción e Interpretación: documentación, informática aplicada y terminología.
  • Fundamentos teóricos: traductología y lingüística aplicada
  • Deontología profesional.
  • Práctica de la traducción en las lenguas B y C.
  • Interpretación en lengua B.
Además de estos conocimientos mínimos, la formación se complementa con módulos específicos, entre los que se suelen encontrar:

  • Traducción en ámbitos específicos (jurídico, económico, comercial, científico, técnico, literario, multimedia, etc.)
  • Interpretación en ámbitos específicos (conferencias, servicios públicos, comercio, turismo, etc.)
  • Lengua D y su cultura (tercera lengua extranjera)
  • Literatura
  • Edición y maquetación de textos
  • Fundamentos de distintas áreas del saber: economía, derecho, organismos internacionales, etc.
  • Prácticas en empresa.
Via:Wikipedia

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